Un Paseo por el Centro de Querétaro...

Parte del encanto de pueblear es conocer el centro de la ciudad y el de Querétaro es uno de los más bonitos de esta región, a pesar de que no es una ciudad muy grande, hay mucho que ver y disfrutar, sobre todo por la calidez del clima y la limpieza de sus calles. El Centro Histórico de Querétaro ofrece un sinnúmero de atractivos turísticos

Santiago de Querétaro fue nombrado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, gracias a su riqueza arquitectónica y su importancia en la historia. El trazado de sus calles es poco común además de poco geométrico, radicalmente diferente de otros centros urbanos fundados en la misma época, como las ciudades de México, Oaxaca o Puebla. Sin embargo es esta espontaneidad la que le brinda su armonía y encanto.

En la plaza principal sobresale el Andador Libertad, donde muchos de los vendedores ambulantes tienen sus puestos, mismos que le dan mucho colorido a la ciudad y es donde podemos pasar un par de horas dando una tranquila caminata para escoger entre una gran variedad de objetos artesanales hechos por las personas de la región, entre los que destacan los trabajados en lana y en piedra, particularmente la obsidiana.

Otro de sus principales atractivos es El acueducto, una obra que se inició en el año de 1722 y se terminó en 1738. Su construcción fue de gran relevancia para el desarrollo de Querétaro como ciudad, ya que llevó agua potable a la ciudad desde el pueblo de La Cañada, es por esto que es considerado como la obra urbana mexicana más importante del siglo XVIII. Su construcción pudo terminarse gracias a las donaciones que hicieron los pobladores de todas las clases que habitaban el pueblo, y a la fecha alimenta a 10 fuentes públicas y 60 privadas. Tiene 74 arcos de un máximo de altura de 23 metros y una longitud total de 1,280 metros.

En la Av. Tecnológico, esquina con Hidalgo, se encuentra otro de los lugares más importantes y con más historia de esta bella ciudad: El cerro de las campanas. Según los que saben, el nombre de este lugar se debe a que aquí habitan piedras, que al pegarles, emiten un sonido similar al de una campana, y su importancia se debe a que fue justo aquí donde Maximiliano de Habsburgo perdió la batalla en contra del ejército de los liberales. Tras atrincherarse fue capturado y finalmente fusilado.

Más adelante se levantaron unas columnas de cantera, y en 1900 los franceses construyeron la capilla que continúa de pie hasta la fecha. Más allá de su valor histórico, el cerro de las campanas es un lugar hermoso en el que se puede disfrutar de sus enormes áreas verdes y los rayos del sol que se esparcen sin miramientos, es un mirador desde donde se puede apreciar una hermosa vista panorámica de la ciudad. Hay varios monumentos y una linda fuente, en los que se puede caminar acompañados de un guía para obtener la explicación precisa de todo lo que aquí se sucedió o bien, pasar al Museo de la Magia, que aunque está dedicado a los niños, nos viene bien si queremos enterarnos un poco más de la historia de Querétaro.

Otra de nuestras importantes paradas nos espera en la calle de Juárez esquina con Angela Peralta, donde se ubica el Teatro de la república, antes conocido como Teatro Iturbide. Fue construido entre 1845 y 1852, y como muchos de los edificios de esta ciudad, tiene una gran importancia histórica. Y es que aquí se celebró el juicio que condenó a muerte al emperador Maximiliano de Habsburgo, así como el congreso constituyente, el cual promulgó la actual Constitución Federal. Pero lo que quizá llame más la atención de algunos, es que fue en este recinto donde se cantó por primera vez el Himno Nacional mexicano. Entrar aquí es como dar un viaje en el tiempo. Desde que pones un pie en el lobby principal te sentirás como en un set de película de época, con sus elegantes palcos y butacas aterciopeladas y sus barandales con acabados en dorado y candelabros de cristal, lo único que te hará falta será el atuendo.

Una de las escalas obligadas es La casa de la Corregidora, ubicada en la calle 5 de mayo. Uno de esos lugares que guardan una vibra especial, no sólo porque fue habitada por una de las mujeres más importantes de la historia nacional, sino porque es aquí donde se llevaban a cabo las “reuniones literarias”, que nada tenían que ver con un grupo de señoras acaudaladas debatiendo sobre cuentos o novelas, más bien este era el nombre utilizado para encubrir los planes de liberación, bajo el amparo de Josefa Ortíz de Domínguez en contra de los conservadores. Actualmente es la sede del Gobierno Estatal y alberga un museo al que se puede entrar gratuitamente.

Finalmente, en la calle de Corregidora Sur No. 3 se encuentra el Museo regional de Querétaro, que como se pueden imaginar, es el más importante de la ciudad, ya que guarda en sus salas todas las etapas del desarrollo de la ciudad, desde épocas prehispánicas, hasta la actualidad. Cuenta con varias salas permanentes y algunas temporales, todas destinadas al estudio, la promoción y difusión de la cultura, el arte y la historia de Querétaro. La construcción, que alguna vez fue un convento, es monumental además de hermosa, con un patio principal rodeado por arcos trabajados en cantera rosa, pasillos iluminados y su famoso “jardín de los naranjos”. Visitar este sitio es en verdadero asombro que te dejará con la boca abierta y la vista inquieta, te darás cuenta de que no es necesario viajar a otro país para conocer lugares sorprendentes.

Y si anda por éstos bellos rumbos, no deje de visitar Tequisquiapan, que se localiza a sólo 45 minutos de Querétaro, para pasar un delicioso fin de semana.