Hola a todos. Hace unos días, del 21 al 23 de mayo, fui testigo de un ritual que comienza a tomar fuerza año tras año en la Riviera Maya; se trata de la Travesía Sagrada, en la que participan cientos de voluntarios de las comunidades mayas provenientes de Cancún, Cozumel y Playa del Carmen, así como amigos y residentes nacionales y extranjeros que viven en Quintana Roo. Todos ellos se unen para rescatar la cultura maya que sienten en las venas, a través de esta puesta en escena.
La Travesía Sagrada Maya consiste en recrear una antigua peregrinación en altamar que los mayas de la península de Yucatán hacían a bordo de canoas a pesar de las inclemencias del tiempo. Hace 500 años los mayas partían de un lugar llamado “Polé” lo que hoy se conoce como Xcaret, para llegar a “Cuzamil”, hoy Cozumel, con la finalidad de consultar el oráculo de la Diosa Maya Ixchel, diosa de la fertilidad, del agua, la tierra, la vegetación y el amor. Los mayas escuchaban el mensaje que la diosa Ixchel tenía para la comunidad y aprovechaban para consultar el clima y los productos que debían sembrar; así como también le pedían favores, salud y fertilidad para sus tierras.
En ese tiempo, los sacerdotes y gobernantes mayas se comunicaban con los dioses y organizaban los rituales en los cuales la comunidad podía participar. El grupo de viajeros que salía hacia “Cuzamil” también aprovechaba para intercambiar productos y hacer comercio con los nativos de la paradisiaca isla...
Este ritual dejó de celebrarse a la llegada de los conquistadores europeos por tener fines religiosos y comerciales. Sin embargo, los sucesores de los mayas sabían que tarde o temprano este famoso ritual volvería a renacer. Y es como hace tres años, los directivos de Grupo Xcaret, junto con el Gobierno del Estado de Quintana Roo, los municipios de Solidaridad y Cozumel; así como representantes de los parques Xcaret, Xel-ha y Chankanaab, se reunieron para rescatar las costumbres mayas y promoverlas hacia el turismo.
Tres días siguiendo los pasos mayas
En este 2009 La travesía sagrada inicio el jueves 21 de mayo por la tarde-noche en el parque Eco-arqueológico Xcaret. El primer encuentro con las comunidades mayas fue adentrarse en un vivo mercado en donde se podía ver cómo entre los nativos se intercambiaban pieles, comida, semillas, vestimenta, plumas y un sinfín de mercancías. La gente con su vestimenta prehispánica, el olor de la comida y el copal; las limpias del Chaman; así como la música y lengua maya, fueron parte de la atmosfera de este tianguis salido de un libro de historia.
Posteriormente en un escenario en la playa, no se hicieron esperar los cantos, oraciones, danzas y ofrendas que fueron parte del ritual para pedir por la buena fortuna de los canoeros que se embarcarían al siguiente día.
El viernes 22 de mayo, con los primeros rayos del sol, inició la travesía de las 30 canoas tripuladas por los entusiastas voluntarios que se adentraron al mar, en un ejercicio de remo continuo y con un recorrido de 28 kilómetros, a través del canal de Cozumel de 420 metros de profundidad.
Vestidos a la usanza de los mayas, es decir, pintados en la piel, con su calzón de manta, y un remo, los canoeros navegaron por un total de 6 horas bajo el rayo del sol, el movimiento de las caprichosas olas y las corrientes de aproximadamente 4 nudos.
Cada canoa llevaba de 4 a 6 tripulantes, todos con una labor especifica 
dentro de la embarcación; el de adelante, llamado Proel, es quien marcaba el ritmo y cortaba las olas peligrosas; Los siguientes canoeros tenían la función de remar y lo hacían de derecha a izquierda de forma intercalada; el ultimo tripulante o el de “atrás” llamado “Timonel” es quien controlaba el equilibrio de la canoa, marcaba el rumbo y la dirección. Esta persona fungía de líder o capitán de la embarcación.
La travesía sagrada maya fue representada en su mayoría por jóvenes voluntarios quienes, desde enero pasado, se prepararon física y 
mentalmente para realizar este reto; la clave del éxito fueron los entrenamientos en remo, nado, flotación, acondicionamiento físico y primeros auxilios.
Es importante decir que para los antiguos mayas el cruzar por el mar era recrear el paso por inframundo acuático, en donde simbólicamente ocurría una muerte espiritual; al llegar a tierra firme y después de haber convivido con las fuerzas de la naturaleza, los mayas experimentaban también un renacimiento espiritual.
El momento crucial de la travesía sagrada es la llegada de los canoeros a Cozumel. Es emocionante ver como la comunidad los recibe con júbilo, regalos y 
comida. Todos lucen felices, es un logro para cada uno de ellos, para la comunidad maya y para todos los asistentes. Cada voluntario que llegó a tierra firme tiene una historia que contar, muchos de ellos lo han hecho por amor a la cultura, a su país, a las costumbres, al rescate de las tradiciones o por simple reto personal o liberación propia; pero todos unidos, locales, nacionales y extranjeros se jubilaron por culminar el acontecimiento y los meses de esfuerzo.
He aquí unos testimonios de personas que participaron como canoeros:
Fabián Guerrero y Braulio Zúñiga. “Somos de Cancún…Se siente muy padre terminar la travesía, se requiere bastante esfuerzo. Diario entrenábamos, ¡hasta en vacaciones!…La diosa Ixchel nos dio la oportunidad de cruzar sobre el mar tranquilo y en perfectas condiciones”
Ericka Bastos. “Soy de la Ciudad de México, desde que conocí la historia y el concepto de la travesía, me enamoró, rescatar el ritual de más de 500 años; ahora yo soy parte de la historia…el llegar a tierra firme es como la cereza del pastel, ya que la travesía abarca desde que te empiezas a preparar… mi aprendizaje ha sido que, en medida que cuidemos a la naturaleza, el planeta nos cuidará a nosotros y nos cobijará”
Jhony Puc Torres. “Mis papas y abuelos son mayas, soy de Reforma, un pueblo en Quintana Roo. Mi labor en la canoa fue de Timonel y en el ritual represento a kanish que es el elejido de la comunidad de Polé para venir por el mensaje de la diosa… he participado en los tres años de la ruta, lo que más me gustó fue que todos pusieron su granito de arena, todos cooperaron y hubo mucha comprensión y compañerismo; debemos sentirnos orgullosos de nuestra cultura y hay que revivirla”.
Marlene Castro. “Soy de la Ciudad de México, pero vivo en playa del Carmen desde hace 10 años… en resumen, La travesía es un tributo a la vida… Me gusto que todos mostraran entereza, constancia, fuerza y trabajo en equipo… La gente con quien convives se vuelve tu compañero de canoa, tu confidente, te conoce en situaciones extremas, pierdes miedos y adquieres seguridad con ellos, somos como cómplices en el agua, definitivamente si haces muy buenos amigos…Es una forma de descubrir la magia que todos llevamos dentro”.
Estos y otros testimonios me conmovieron tanto que, estoy seguro que tú querrás vivir esta experiencia en algún momento de tu vida como me sucedió a mí.
Y para continuar con el tema, ese mismo viernes por la tarde-noche en el parque ecológico Chankanaab en Cozumel, se llevo a cabo la recreación del encuentro entre sacerdotes con la Diosa Ixhel y ser testigos de sus recomendaciones. En Cozumel, anteriormente existía un santuario de ofrendas para esta deidad. En esta ocasión se llevaron a cabo rituales en lengua maya y diversas danzas prehispánicas como la danza del Canto de Flor “Kay Nicté”, que representa la preparación de la mujer para la vida fértil.
Una vez que los sacerdotes y mensajeros consultaron el oráculo y escucharon el mensaje de la diosa, estuvieron listos para emprender el regreso a la mañana siguiente. Es así como el sábado, los sacerdotes y canoeros voluntarios nuevamente se embarcaron desde muy temprano para atravesar el mar por el canal de Cozumel y llegaron en esta ocasión a “Xamanhá”, hoy conocida como Playa del Carmen.
La culminación de la travesía sagrada comenzó con el avistamiento de los canoeros que fueron recibidos por los Pahuaahtunoob (cuatro dioses que representan los puntos cósmicos cardinales). Nuevamente los lugareños recibieron a los navegantes con las riquezas de la tierra como fruta y comida.
Las danzas mayas no se hicieron esperar; el escenario fueron las hermosas playas caribeñas de Quintana Roo. Los sacerdotes y mensajeros propagaron el mensaje a las autoridades del estado. 
La diosa Ixchel auguró paz y abundancia para los quintanarroenses en los tiempos difíciles y los exhortó a utilizar los recursos naturales en una forma consciente y siempre respetando al medio ambiente.
Quiero comentarte que vivir de cerca la Travesía Sagrada Maya ha sido una maravillosa experiencia; ver como la gente trabaja en equipo, se interrelaciona, hace amigos y sobre todo se apasiona y enamora de las tradiciones ancestrales.
Te invito a que vivas la Travesía Sagrada el próximo año y si te unes a ella, seguramente tendrás una magnifica historia que contar.
Ese de alli soy yo. Hasta la próxima!!!
Julio García Castillo
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Resumen...
Zirahuén es un hermoso lago; profundo, sus cristalinas aguas reflejan tonalidades que van del azul intenso al verde jade. Está enclavado en el corazón de la Meseta Purépecha y de un gran número de atractivos artesanales, arqueológicos y naturales. 
La simple contemplación de este paisaje, con los trinos de las aves como fondo musical, deja con la boca abierta al viajero. 
Sitios naturales: 
Seguramente fueron los tonos que van del azul al verde jade de este lago y sus constantes cambios de matiz los que indujeron a los antiguos purépechas a llamarle Zirahuén, que en la hermosa lengua prehispánica significa “espejo de los dioses”. La sorprendente belleza de este cuerpo de agua, que se cuenta es resultado de las lágrimas de la princesa Eréndira tras ser raptada por uno de los conquistadores españoles, es un invaluable tesoro de México. 
